Después de graduarse de ISIPCA en 2003, Alexandra se unió a las filas de los perfumistas de DROM. Allí, se convirtió en la perfumista experimentada que es hoy: le encanta trabajar las materias primas como el pachulí por su vitalidad y sentido de "vida" una vez que toca la piel de alguien. También le gusta jugar con notas comestibles y está muy interesada en las notas limpias y almizcladas, evocando sábanas recién lavadas. Uno de sus recuerdos olfativos más entrañables es L'Heure Bleue de Guerlain, por su complejidad y simplicidad a la vez.

Cuando se le preguntó sobre el desarrollo de aromas que recuerdan a París, Alexandra se inspiró realmente para crear dos fragancias masculinas para Arts et Matières: Touche de Cardamome, Arôme d'Ambre y Ode Sensuelle.